Histórico Secretario Institucional del Colproba, y preclaro defensor y estudioso de la ley 5177. Lo recuerda el Colegio y el Dr. Horacio Alberto Vero.
El Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires comunicó el deceso del Dr. Francisco R. Brumat, histórico Secretario Institucional, pilar fundamental de la colegiación bonaerense; un referente obligado para los Colegios Departamentales y para varias generaciones de dirigentes a quienes transmitió con prístina claridad la importancia de la Ley 5177 y de la independencia de nuestra profesión en todo momento y situación. Apasionado defensor del noble oficio de abogar a través de una pluma elegante y cabal nos deja un legado enorme y la obligación de la defensa irrestricta del orden legal y constitucional.
Desde el Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Mercedes se le rinde homenaje a un inclaudicable colaborador, que siempre atendió las requisitorias con completa dedicación y prontitud, con la serenidad propia del hombre que sabe y que disfruta transmitiendo -con amplia generosidad- ese saber.
DON FRANCISCO
Su documento de identidad dice ´Francisco Roberto Brumat´. Así también su diploma de abogado, sus escritos, sus artículos y sus libros. Para los que alguna vez comenzamos a desandar los caminos de la colegiación es, simplemente, Don Francisco.
Lo conocí allá por 1998, cuando llegué por primera vez desde Mercedes al Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Pcia. de Buenos Aires, ocupando Don Francisco la Secretaría Institucional.
¡Qué Maestro! ¡Cuántas declaraciones y decisiones del Cuerpo brotaban de su capacidad, de sus conocimientos de la ley 5177, de su inigualable manera de redactar, de su inagotable fuente de sabiduría! ¡Que lección de militancia!
Es que Don Francisco es parte de esa clase de dirigentes de la abogacía organizada para los que la Colegiación es un modo de asumir la propia existencia y supone un compromiso insobornable por el libre y digno ejercicio profesional, y por una justicia eficaz, transparente e independiente. Y esa entrega, tal cual lo demuestra Don Francisco, no sabe de flojeras y renunciamientos.
Me parece verlo. Desde su rincón en la Mesa grande, nos escuchaba, con paciencia sacerdotal. A veces, sus ojos lucían ausentes, como si estuviera en otro lado. Pobrecitos nosotros! Cuando reinaba la confusión y todas las cartas estaban echadas, ante la desesperada consulta, Don Francisco, desde su inseparable timidez y su sonrisa buena, nos decía: ´Esto ya lo trató y resolvió este mismo Consejo hace dos años: acá está la resolución que ustedes hicieron y firmaron´.
Terminada para mí aquella hermosa etapa institucional de doce años, con Don Francisco estamos siempre en contacto. Nos intercambiamos libros, algunas notas y varios llamados telefónicos. Sin ir más lejos, hablamos para esta última Navidad por espacio de largos minutos sobre esas cosas de la vida.
Casualmente, en una de sus recientes cartas, me escribió: ´ Me complazco en saludarlo a la distancia.- Añoro las sensatas ocurrencias del abogado escritor y poeta.- Creo que somos resabios de otra época, cuando se acerca a pasos agigantados el fin de nuestra existencia. Le envío un abrazo con el recuerdo de momentos muy gratos´.-
Los que siempre tienen la costumbre de llamar para amargarnos el día con tristes noticias, dicen que Francisco Roberto Brumat falleció en La Plata, el 11 de enero de 2016.- Pero Don Francisco, el Maestro, el amigo de tantas horas compartidas, el militante insobornable, con su inseparable timidez y su sonrisa buena, sigue estando ahí, a escasos doscientos cincuenta kilómetros de distancia, o del otro lado del teléfono. Seguramente, en estos días volveré a llamarlo para continuar hablando de esas cosas de la vida.-
Horacio Alberto Vero