El Dr. Horacio Alberto Vero despide al colega
Por estos días, nos ha dejado físicamente el Dr. Daniel Alberto Amarfil.
Prestigioso y reconocido abogado del Foro mercedino. Hombre de consulta diaria en Derecho Laboral. De impecable trayectoria. De amplio paso por la docencia. Colaborador permanente de nuestro Colegio.
Pero más allá de estos honrosos pergaminos, lo evoco como un verdadero laburante de la profesión. De esa raza distinta, con muy poquitos exponentes, que viven con pasión y sin horarios la hermosa pero desgastante tarea de abogar.
Lo recuerdo en aquellas épocas donde todavía existían las Mesas de Entrada, en las distintas sedes del Tribunal del Trabajo, con su inconfundible barba y el inseparable traje gris, solicitando expedientes como un soldado raso en las tediosas filas, o soportando estoicamente el inicio de alguna Vista de Causa demorada, ojeando el expediente, rodeado por clientes y testigos.
Siempre estaba bueno hablar con Daniel. Siempre se aprendía algo nuevo. Siempre tenía algún fallo novedoso y la última doctrina. Siempre “un as en la manga”. Daba la sensación de estar un pasito adelante en los temas abordados.
Quizás donde más lo conocí, fue en los viajes que hicimos a distintas ciudades del Dpto. Mercedes durante mis presidencias, concurriendo generosamente para compartir sus conocimientos con los colegas. Y con una sonrisa de niño travieso, solo me pedía que ninguna fecha perturbara o le impidiera ir a pescar con sus amigos.
“Dalito”. Un excelente abogado. Un buen tipo. De pocas palabras. Sencillo. De aquellos que caminan sin hacer ruido ni ostentaciones.
En esta triste hora, sirvan estas sencillas líneas para agradecer al destino la oportunidad de tratarlo, valorar y destacar su brillante aporte al derecho y la justicia, y por dignificar con su ejemplo cotidiano y durante tantos años el ejercicio profesional ético y responsable.
Horacio Alberto Vero