SOBRE EMPERADORES  ROMANOS  y CARTAS DOCUMENTO

por Atilio O. Diorio

 

Narran los historiadores del Derecho romano – y lo recuerdan los laboralistas  al abordar  la relación de trabajo  en tal antigüedad –  que como es generalmente sabido,en esos días la escritura se conformaba sobre la piedra misma.

Pero, con todo propósito de desconocimiento  por sus destinatarios, esa  piedra escrita con el mandato legal se la instalaba en lo alto de un cerro. Ergo, imposible acceder a su lectura.

A su pesar, la autoridad romana exigía el cumplimiento de esas disposiciones al estimar satisfecha su publicación y difusión; no obstante la oposiciòn  de quienes a ellas  se hallaban obligadas.

Crónica que, en nuestro entender, viene a brindarse en esta fecha calendaria  nuevamente con la emisión de Cartas Documentos por distintas empresas prestatarias de servicios.

Ello así, tocante a la dimensión de la letra en que se presentan expresadas.

Si bien se utiliza el sistema digital, en la graduación  de la impresión se opta por el nivel mínimo de tamaño.

Volvamos milenios atrás para reiterar: imposible acceder a su lectura (sin el auxilio de instrumentos apropiados a tal fin – agregamos.).

En línea de principio, por forzoso corolario, arribamos a observar que, todos los matices guardados, transitamos similar derrotero institucional que el plebeyo de la milenaria civilización romana.

¿Habrá algún medio que confiera solución, a la luz del espectro normativo protector del consumidor, a que por lo menos sepamos qué  se nos dice?


Fuente: Dr. Diorio