¿Es el control de precios una herramienta de la modernidad? El Dr. Diorio pone luz sobre la cuestión, desempolvando el Código de Bilalama, rey de Ashnunnak.
por Atilio O. Diorio
Con motivo de la difusión del índice de precios que respecta al mes de diciembre de 2021, por una emisora porteña se reporteó a un economista.
Sin perjuicio del abordaje de lo coyuntural, el estudioso de la economía aludió en su respuesta a cuatro mil años de existencia de pretender controlar los precios. Traslado ese reportaje a estos renglones, por cuanto el propio día del mismo, repasando el libro «Código de Hamurabi», reconociente en autoría a Horacio N. Castro Dassen y Carlos A. González Sánchez, Librería del Jurista, Bs As, 1982, colisiono con los antecedentes de la codificación de marras; en cuya textura – y como paradigma de su mayor antigüedad que Hamurabi – se expone: » . . . 2do) Código de Bilalama rey de Ashnunnak que había reinado 60 años antes. Esta obra fue descubierta por Taha Baquier en 1948 y está escrita en idioma babilónico. Consta de un prólogo y un cuerpo de leyes. Una de sus características es que fija precios a los artículos alimentarios y le sigue una lista de salarios.».
A tanta distancia temporal de dicha normativa, es de inexcusable lógica consecuencial subrayar las dos características que ofrece su texto: la remisión a fijar precios máximos en lo alimentario y el valor retributivo del salario.
Lo que se lleva expuesto, según nuestro inteligir, proporciona robustecimiento al milenario edificio de lengua y sociedad que se corporiza en el latinazgo: «nihil nuovo sub sole».